Tarta espejo
200g de leche condensada
288g de azúcar
1 taza de agua
70 m de agua para la gelatina
2 sobres de gelatina sin sabor de 7g
320g de chocolate blanco
Ingredientes
288g de azúcar
1 taza de agua
70 m de agua para la gelatina
2 sobres de gelatina sin sabor de 7g
320g de chocolate blanco
Elaboración
1. Para hacer un glaseado de espejo, tendrás que picar el chocolate blanco finamente y reservarlo.
2. Ahora hidrata la gelatina. Para ello, coloca los dos sobres de gelatina sin sabor en un recipiente con el agua fría y mezcla para evitar grumos. Reserva.
3. Coloca el azúcar en una olla junto con la taza de agua y la leche condensada. Mezcla muy bien con una cuchara sin generar burbujas y lleva a fuego suave mientras remueves con un batidor de alambre durante unos segundos.
4. Cuando rompa hervor, echa la gelatina hidratada y remueve hasta que se haya integrado.
5. Agrega el chocolate blanco picado y remueve hasta que se funda por completo.
6. Divide la preparación en varias partes si deseas crear varios colores. Añade colorante en polvo, en pasta o en gel del color que desees cuando el glasé espejo esté tibio y mezcla.
7. Cuando el glasé espejo tenga una consistencia similar a la de la miel, vierte sobre la tarta helada para que se impregne bien en la crema y guarda en la nevera hasta el momento de servir.
Cabe aclarar que el glaseado de espejo sirve solamente para tartas heladas, pues si piensas cubrir un bizcocho con este, entonces tendrás que cubrirlo primero con nata montada y dejar que el mismo se enfríe en la nevera antes de bañarlo con el glasé. Solo así quedará impregnado.
2. Ahora hidrata la gelatina. Para ello, coloca los dos sobres de gelatina sin sabor en un recipiente con el agua fría y mezcla para evitar grumos. Reserva.
3. Coloca el azúcar en una olla junto con la taza de agua y la leche condensada. Mezcla muy bien con una cuchara sin generar burbujas y lleva a fuego suave mientras remueves con un batidor de alambre durante unos segundos.
4. Cuando rompa hervor, echa la gelatina hidratada y remueve hasta que se haya integrado.
5. Agrega el chocolate blanco picado y remueve hasta que se funda por completo.
6. Divide la preparación en varias partes si deseas crear varios colores. Añade colorante en polvo, en pasta o en gel del color que desees cuando el glasé espejo esté tibio y mezcla.
7. Cuando el glasé espejo tenga una consistencia similar a la de la miel, vierte sobre la tarta helada para que se impregne bien en la crema y guarda en la nevera hasta el momento de servir.
Cabe aclarar que el glaseado de espejo sirve solamente para tartas heladas, pues si piensas cubrir un bizcocho con este, entonces tendrás que cubrirlo primero con nata montada y dejar que el mismo se enfríe en la nevera antes de bañarlo con el glasé. Solo así quedará impregnado.
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